Un regalo de año nuevo

No soy fan de las fiestas de fin de año, pero tengo mis propios ritos y hoy preparé algo especial para compartir con ustedes. Generalmente vivo ese momento en enero, diciembre es un mes muy caótico y prefiero hacerlo cuando me siento en calma. Pero les recomiendo hacerlo cuando ustedes lo sienten, puede ser ahora o en el mes que sea. Siempre se puede recomenzar, vaciar y rellenar y/o cambiar de rumbo. Quizás el calendario da un empujoncito mental, pero nunca olviden que todos los días son oportunidades y posibilidades.

Lo primero que hago es RESPIRAR. Es fácil caer en el espiral de estrés y compromisos que arrastra fin de año, por eso resulta necesario tener pequeños momentos en los que nos salgamos de esta máquina y RECONECTEMOS. ¿Cómo me siento? ¿Qué me ha pasado? ¿Qué puedo hacer por mí? Son preguntas que me hago a modo de auto-chequeo cuando me siento sobre pasada. Siempre, siempre, siempre hay algo que podemos hacer para sentirnos mejor, por más pequeño que sea.

Te dejo algunas recomendaciones generales:

  1. Mantén tus espacios limpios, tanto física como energéticamente. Los espacios despejados ayudan a que la energía circule mejor, también puedes prender velitas, inciensos (salvia blanca, lavanda, romero son de limpieza y protección), palo santo y sahumos una vez por semana para que la vibración se mantenga en todo lo alto.
  2. Busca un espacio tranquilo, donde no te interrumpan y respeta tu ritmo. Nadie te obliga ni te apura. Lo mejor es hacer lo que sientas, cundo lo sientas. Ser honesta contigo misma es uno de los primeros pasos para poder escucharte.
  3. Ten disposición a escuchar y sentir tus señales. El cuerpo habla, se relaja cuando siente lo correcto y se contrae cuando no siente coherencia. Escucha tus corazonadas, ese primer pensamiento que llega a la mente y anótalo antes de que le pongas cabeza. Cuando lo leas después vas a entender muchas cosas.

Un regalo para ti


Saqué un mensaje de mi oráculo para compartir con quienes lean esto. La carta de la expansión te invita a preguntarte si vas al ritmo de la vida que quieres crear o te estás frenando (mientras te preguntas ‘qué hubiera pasado si’). Esta carta es un recordatorio de que las posibilidades son ilimitadas y que tenemos permiso para crecer y pensar diferente a cómo lo hacíamos hace un año, hace un mes o incluso hace un par de semanas. Estamos en constante evolución y mientras expandimos nuestra consciencia, más experiencias llegan a nuestra vida. Si aprendemos a enfocarnos y bailar al ritmo de nuestra energía, será más fácil conectar con lo que anhelamos.

¿Cómo conectamos con un estado más expansivo? La respuesta es simple, pero no siempre es fácil: a través del corazón. Si nos permitimos sentir y dejamos espacio a la sensibilidad en nosotros, entonces vamos a encender esa lucecita que nos dice ‘por aquí es’. Cuesta, porque sensibilizarse abre una puertita a la vulnerabilidad y nadie quiere sentirse frágil. Podemos aceptar nuestro lado más sensible sin exponernos, podemos hacerlo con cuidado y respeto por nuestros tiempos. Lo importante es dar espacio a estas emociones, que nos permitirá reconocer qué es lo que nos mueve.

Tarea para la casa

  • Anota en una lista aquello que sientes como un logro, acciones o hechos que te hagan sentir orgullosa y por la cual te quieres felicitar.
  • Pregúntate: ¿Qué me gustaría dejar ir? Puede ser una emoción, un miedo, algo concreto, etc. Y luego anota lo primero que se te venga a la mente cuando te preguntes: ¿Cómo lo puedo soltar?
  • Anota unos 5 objetivos o sueños en papelitos iguales. Dóblalos, mézclalos y ponlos uno separado del otro. Pregunta: ¿Cuál de estos objetivos está más en coherencia con mi corazón? Párate encima de cada papel, anota tus sensaciones, elige el que haga sentir tu cuerpo más relajado, más pleno. Toma ese papel y léelo, ese será tu punto de partida para 2023.

¡FELIZ CIERRE DE AÑO! Les deseo un inicio de 2023 en calma, con esperanzas y la mente abierta a las infinitas posibilidades que nos esperan.