Mi experiencia nutritiva e hidratante con Medavita

Tomamos agua todos los días, hacemos nuestra rutina de skincare y hasta a veces exageramos con la cantidad de productos… ¿y nuestro pelo? No solemos preocuparnos mucho de la hidratación del cabello y lo cierto es que estamos constantemente sometidos a factores deshidratantes: la contaminación, el estrés, el uso de secador en invierno, el sol en verano y así, un largo etcétera.

Un cabello deshidratado presenta más frizz (se infla más), se ve como sin peso, pierde brillo y flexiblidad. Obviamente, si está teñido y/o decolorado se vuelve más frágil aún, así como las melenas rizadas también tienden a ser más secas. Pero, ¡no te confundas! Al igual que ocurre con la piel, todos los tipos de pelo necesitan hidratación, lo que va a variar es el tipo de productos. En esta oportunidad, les contaré en detalle un tratamiento que me hice en la peluquería de la marca Medavita.

Experiencia Medavita

Hace dos meses para ser exacta, estaba con un desbalance en mi pelito. Por una parte, el cuero cabelludo muy graso (que en mi caso es por estrés) y los rulos con muchísimo frizz, sentía el pelo duro y me costaba lograr definición. Fui a Palumbo de Bilbao y opté por un tratamiento nutritivo e hidratante de Medavita que constaba de los siguientes pasos:

  1. Pre-lavado reconstructivo para equilibrar el Ph Beta Refibre.
  2. Tratamiento reconstructivo: champú y acondicionador nutritivo. Aporta hidratación y penetra la hebra capilar en profundidad, entonces lo deja suave, flexible y protegido.
  3. Fluido reparador sin enjuague. Son unas ampollas que huelen exquisito y además son súper ligeras, actúan como si fueran una crema para peinar. No suman peso ni dejan el pelo pesado.

La línea que utilicé crea una especia de película que realza el brillo y la suavidad. Contiene manteca de karité, el complejo Amino Concentré y goma Guar. En esa oportunidad, como mi cuero cabelludo estaba con mucha grasitud, antes del paso dos me aplicaron un champú purificante.

El resultado fue excelente, el pelo me quedó suave, los rulos volvieron a armarse y me duró tres días limpio. Siento que fue un punto de equilibrio que he ido complementando con los cuidados en casa y que me ayudó a darle un empujón a mis rulitos que venían de capa caída. Durante octubre voy a volver por otro tratamiento hidratante, para darle un poco de amor a mi melena en este cambio de temporada. No sé si me van a hacer el mismo, así que les contaré los detalles próximamente.